Qué debo hacer con la mesa? Análisis astrológico

A continuación comparto un interesante análisis astrológico que me hizo pasar un rato muy agradable cuando lo leí

Es del astrólogo y querido amigo Giovanni Londoño de Colombia. Espero que lo disfrutes tanto como yo.

Namaste
susana colucci




Mesa de oficina

En esencia podemos resumir nuestro caso en lo siguiente: una mesa grande de oficina no pudo ser utilizada más por el consultante, razón por la cual decidió guardarla en su casa con el riesgo que ello implica: que se dañe o deteriore. Intento venderla, en otros casos cederla a alguno de sus conocidos o familiares, mas nada sucedió, seguir guardándola en su casa fue la única opción posible.

Tema: ¿Qué debo hacer con la mesa?
Fecha: Julio 01 de 2010
Hora: 06:44 a.m.
Lugar: Cali – Colombia
Longitud: 76ºW32’
Latitud: 03ºN27’
Diferencia GMT: + 5 horas
Sistema de Casas: Placidus
Ascendente: 18º45’ de Cáncer

La Luna, regente del Ascendente, representará al consultante. Ubicada dentro de la casa ocho, la del dinero de los otros, nos acerca a la idea de lo que quisiera hacer el consultante con su mesa: venderla. Otra posibilidad, simbólicamente hablando, sería la de “matarla”. Piscis es el signo del gran final, de lo que no tiene reversa alguna, de los dos mundos.

La mesa, como una propiedad del consultante, se representa por la casa dos. Venus en Leo, dispuesto por el Sol, en la casa dos describe su parte estética, y Marte en Virgo su parte funcional. El Sol será el regente de la mesa. De su ubicación en el signo de Cáncer y dentro de la casa doce, puede entenderse un sinnúmero de cosas, entre ellas:

01. Es la más fiel muestra de la condición actual en la que se encuentra la mesa de oficina: amontonada en un rincón en el llamado cuarto de San Alejo. En Cáncer el Sol está peregrino, sin fuerza alguna, algo que es bastante lógico para un objeto que no está o no puede ser usado por el consultante; por ahora, no tiene ninguna utilidad, y sólo espera por lo que pueda pasar, incluso, dañarse y quedar totalmente inservible.

02. Al ubicarse en Cáncer, está en poder de la Luna, el consultante. Fácil es aceptar que la mesa sigue en poder del consultante, lo que puede inicialmente ser tomado como que la mesa ha estado, está y quiera seguir estando en su poder. La mesa no se quiere ir de su lado, lo que es lo mismo que entender que el Sol seguirá avanzando hasta entrar en la casa uno, la más personal de todas. Literalmente, podríamos entender que la mesa está guardada en la casa del consultante y por ende sigue estando bajo su poder. A lo anterior, sumaremos que la Luna prontamente cerrara su aspecto de trígono con el Sol, el mejor contacto en astrología horaria. La fuerza del aspecto reposa en saberlo inmediato e ininterrumpido, luego su fuerza es de gran consideración y alcance.

Cuando se habla de la casa doce, necesariamente se debe hacer alusión a todo sitio de reclusión o de asistencia social, como por ejemplo los ancianatos y albergues en general. Lo anterior, tiene gran sentido si podemos aceptar que la mesa de oficina, al menos inicialmente, puede optar por una de dos opciones bien marcadas: quedarse en manos del consultante, o ser donada a algún sitio de asistencia social.

Si tenemos dos opciones bien definidas, entonces nos tocas definir cuál de las dos es la más correcta, la viable. Inicialmente, veremos a la mesa de oficina como si fuera un ente que puede indicar que quiere hacer con su vida, o que le gustaría que pasara con ella. Lo anterior, se define a partir del regente del signo donde se ubica, Cáncer. Fácil es aceptar que la mesa acepta de buena gana lo que la Luna pueda definirle. Por regentar la casa uno, del consultante, avala que lo mejor podría ser conserva la mesa en poder del consultante, lo que éste quiera o pueda hacer será aceptado por la mesa.

El problema para la anterior, se fundamenta en saber de una nueva posibilidad para la mesa, muy positiva por cierto, que descansa en Júpiter, pues éste último se exalta en Cáncer. Además, entre el Sol y Júpiter existe una recepción mutua. Sin duda, la anterior posibilidad deviene muy atractiva para el Sol, tanto como para disputarle a la otra opción, la de quedarse en poder del consultante, su derecho a ser tenida en cuenta. Asumir la recepción implica llevar el Sol a la casa novena, lo que acentuaría el poder de Júpiter por saberlo como el regente de este sector. No pasamos por alto que el Sol en Aries se exalta. Luego, es claro que mutuamente Júpiter y el Sol se exaltan, se fortalecen, se quieren.

Mientras definimos que es lo mejor para la mesa de oficina (quedarse con el consultante o irse a la casa novena), tratemos de entender qué es lo que si no se puede hacer por ser totalmente incorrecto. Lo anterior, lo podemos saber al reconocer los planetas que no encajan bien en Cáncer, lugar de ubicación de la mesa: Marte y Saturno. Saturno rige las casas siete y ocho, lo que claramente dice que la mesa no puede ser vendida o negociada con otros. Marte rige las casas cinco y diez, luego, no puede ser usada en actividades profesional y/o creativas que involucre al consultante. La diez representa a la madre y la cinco a los hijos del consultante. La siete representa a su esposa y sus socios.

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Creo, después de sopesar todo lo anterior, que lo siguiente sería una muy buena conclusión:
En definitiva, la mesa de oficina ya no podrá ser usada más, ni con beneficio por el consultante. Es claro que no puede usarla para algo que tenga que ver con su profesión, por citar, ni beneficiar a alguna persona de su entorno cercano. No puede venderla ni canjearla. Si nada de lo anterior puede hacer, es claro que la mesa de oficina quedaría condicionada, necesariamente, a quedar por siempre recluida en el cuarto de San Alejo, lo que sin duda la condenaría a su absoluto deterioro, que sería lo mismo que a una muerte segura. No tiene sentido guardar algo sólo por guardarlo, sin fundamento ni utilidad alguno. Si se acepta que el consultante no tiene forma efectiva de usar ni de cuidar dignamente su mesa, lo mejor, entonces, es donarla a alguna institución de caridad o de asistencia social, donde seguro le encontrarían un buen uso y le asegurarían una muerte más digna. Nos queda bastante claro que al donarse la mesa, la misma
abandonaría por siempre la casa doce, su sitio de reclusión, e iría a vivir en lo que sea que represente para ella la casa novena.

Los invito a que intenten, a manera de ejercicio, definir el tipo de institución de asistencia social a la que sería correcto hacerle la donación. Les adelanto que la clave está en el signo Aries y la casa novena, adicional el signo de Géminis y su regente.

Giovanni Londoño Romero
Santiago de Cali – Colombia, julio 01 de 2010

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