Los relojes de la Unión Europea se adelantarán una hora la madrugada del próximo domingo, 28 de marzo, de modo que a las 2. 00 serán las 3. 00 horas, una iniciativa con la que sólo en España se podría ahorrar el 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, lo que equivale a unos 300 millones de euros, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
De estos 300 millones de euros, 90 corresponderían el potencial ahorro de los hogares españoles ya que cada uno de ellos reducirá su consumo eléctrico en 6 euros, y los otros 210 millones de euros restantes a los edificios del sector terciario y a la industria.
Así, el "cambio de hora" es una medida de obligado cumplimiento establecida por una Directiva Comunitaria que afecta a todos los países miembro cuyo objetivo es fomentar un ahorro del consumo energético, para lo que se recomienda seguir ciertos hábitos de consumo como el aprovechamiento de la luz natural, apagar luces innecesarias o utilizar bombillas de bajo consumo, con los que se podrían ahorrar hasta 100 euros anuales por hogar y evitar emisiones contaminantes.
Esta acción comenzó a generalizarse a partir de 1974 aunque en un principio se fue adoptando de forma desigual. En ese año se produjo la primera crisis del petróleo y entonces, algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos electricidad para iluminación. A nivel europeo se aplica como directiva desde 1981 y se renueva cada cuatro años sucesivamente.
Sin embargo, desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión en enero de 2001, el cambio se aplica con carácter indefinido al entenderse el "buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, y requiere una programación estable a largo plazo". En España la citada Directiva se incorporó al ordenamiento jurídico español por el Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo.
Los mismos días, las mismas horas Esta norma establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la 'Hora de Verano', en la que se adelanta el reloj una hora, y su finalización, cuando se retrasa una hora, que se producen el último domingo de marzo y el último domingo de octubre, respectivamente.
En ese sentido, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, recuerda que todos los ciudadanos e instituciones, públicas y privadas de la UE conozcan anticipadamente las fechas del cambio horario anual con el fin de planificar su actividad sin esperar a ninguna norma futura.
Asimismo, señala que la Novena Directiva está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento Europeo en 1999.
Este estudio concluye que la medida tiene "impactos positivos" no sólo sobre el ahorro sino sobre sectores como transporte, comunicaciones, seguridad vial, condiciones de trabajo y sobre los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
En ese sentido, insiste en que para lograr ese potencial ahorro se deberá mantener un comportamiento responsable en el hogar como prescindir de la luz artificial cuando no sea necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del sector terciario e industrias, tales como fotocélulas y sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural mediante ventanas o lucernarios.
Además del "cambio de hora", el departamento que dirige Miguel Sebastián y el IDEA instan a los ciudadanos a contribuir al ahorro de energía durante todo el año con un uso inteligente de la iluminación en los hogares, unas medidas con las que se podrían ahorrar hasta 100 euros al año y evitar las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Por último recomienda aprovechar la luz natural porque "la luz del sol es gratis"; apagar la luz al salir de una habitación; utilizar bombillas de bajo consumo o fluorescentes compactas, que son "ideales para puntos de luz con uso diario superior a las tres horas" y con las que se puede ahorrar hasta el 80 por ciento.
Igualmente, aconseja la iluminación localizada; los colores claros para decorar la casa; limpiar con regularidad las fuentes de luz porque la suciedad acumulada dificulta la correcta difusión; usar reguladores electrónicos de flujo para las halógenas y acordarse de los tubos fluorescentes
Colaboradora Elizabeth Genesca.
Fuente: http://www.abc.es/
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